martes, 14 de junio de 2016

Duro alemán o globo crucífero



Estamos hablando de las 5 pesetas año 1975. Os recomiendo que antes de seguir leyendo esta entrada consultéis la dedicada a la peseta de Chile, pues es un caso parecido.

Ya dijimos en esa entrada que con la introducción de las nuevas monedas de Juan Carlos I se produjo una carencia de moneda de bajo valor, pues se tuvo que sustituir toda la moneda hasta entonces circulante de la época de Franco.

La FNMT decidió entonces contratar otras fábricas extranjeras para ayudarles en la emisión de moneda. En el caso de las 5 pesetas lo hizo con Alemania (de ahí el nombre de duro alemán). La diferencia entre las monedas acuñadas en España y Alemania es que estas últimas tienen una calidad mucho mayor, debido a que las máquinas que utilizaban eran más avanzadas, y sobre todo se aprecia en el denominado "globo crucífero", que es la parte de arriba de la corona.

En las fotos que os adjunto creo que se aprecia bastante bien que la variante alemana tiene una mejor acuñación.




5 pesetas 1975 e78 (acuñado en Alemania). Detalle

5 pesetas 1975 e78 (acuñado en Alemania)

5 pesetas 1975 e78 (acuñado en España). Detalle
5 pesetas 1975 e78 (acuñado en España)


El duro alemán se paga algo más caro que el acuñado en España, rondando los 6 euros en calidad SC.

viernes, 10 de junio de 2016

La peseta "de Chile"

A mediados de los años 70 se produjo en España el cambio de la moneda del periodo franquista por las nuevas monedas con la efigie del nuevo rey, Juan Carlos I.

Como es lógico, tuvieron que fabricarse ingentes cantidades de moneda para sustituir la anterior. La FNMT realizó en el año 1976 más de 176 millones de piezas de una peseta y en el año 77 más de 240, todas con fecha 1975 y con estrellas 76 y 77.

Parecen cifras escalofriantes, pero en aquel entonces la peseta era moneda de cambio común y en muchas zonas de España hubo escasez de ella. Esto fue debido a varias causas:

1. Se corrió el rumor (infundado), de que el material con el que se fabricaba la peseta costaba más de una peseta. Eso provocó que mucha gente acumulara pesetas para en un futuro poder venderlas por el precio que supuestamente costaba ese material.

2. Como pasa muchas veces, las nuevas monedas son acaparadas por coleccionistas (o no coleccionistas) porque se piensa que en un futuro pueden ser valiosas por ser las primeras emitidas (normalmente no es así, pero forma parte del ideario popular).

3. Los trabajadores de la FNMT en aquella época hicieron huelgas y paros que afectaron, al menos parcialmente, a la producción.

4. En zonas turísticas, como Barcelona, a lo anteriormente descrito se suma que los turistas se guardaban como recuerdo esas nuevas y brillantes monedas de peseta.

Por todo ello hubo un problema serio en muchas zonas de España. La FNMT decidió que tenía que contratar otras empresas extranjeras para ayudarle a la fabricación de moneda, pues pesetas del año 1975 con estrella 78 se tendrían que realizar algo más de 600 millones de piezas.

Y se decidió que lo hiciera la Casa de la Moneda de Chile (140 millones de piezas) y la  British Royal Mint (80 millones). El resto se fabricaría en España. Los cuños los proporcionaría la FNMT  a estas empresas extranjeras y supuestamente serían iguales que los que se fabricaran en España.

No se sabe a ciencia cierta quién intentó controlar a quién, pero el hecho es que existen monedas de peseta del año 1975 con estrella 78 que son distintas. El elemento distintivo es la VIRGULILLA (el palito que está encima de la letra Ñ). El caso es que las monedas procedentes de Chile llevan la virgulilla en forma de punto y el resto la llevan "normal". ¿Fue la FNMT la que envió los cuños con la virgulilla en forma de punto para controlar la producción de la Casa de la Moneda de Chile o fue al contrario?

¿Y las que se hicieron en Gran Bretaña? ¿Pueden distinguirse de las "españolas" y las "chilenas"?
Pues si. Las llamadas pesetas "de Londres" tienen la virgulilla como la de Chile (corta), y además tienen un puntito diminuto en la letra N (de Juan), que por cierto, ese puntito también la tiene la "española".

A continuación presento unas fotos con ambos modelos

Peseta "de Chile" (izquierda) y "normal" (derecha)

Peseta "de Chile" (virgulilla en forma de punto)

Peseta "normal" (virgulilla "normal")

El valor de esta variante no es muy elevado, pues tenemos muchas en el mercado (140 millones), pero todo coleccionista de esta época debería tener esta variante. Sin circular se puede encontrar perfectamente por unos 5 euros.

















miércoles, 1 de junio de 2016

(2) Limpieza de monedas: Ejemplos

Vamos a mostrar ejemplos de limpieza de monedas. Realizaremos un experimento con una moneda de poco valor y en mal estado.
No se aconseja realizar estas pruebas con monedas valiosas, pues la limpieza de monedas puede conllevar la pérdida del valor numismático de las mismas.
Os recuerdo que ya tenemos una primera entrada al respecto.

MONEDA ORIGINAL

Moneda original


Se trata de una moneda de 25 céntimos de la república española de 1934. Es una pieza bastante común y de poco valor numismático. Esta pieza en concreto está bastante sucia y, seguramente con oxidaciones.



PRIMERA PRUEBA: LIMPIEZA CON AGUA Y JABÓN

Limpieza con agua destilada y jabón neutro


La primera limpieza la realizamos con agua DESTILADA y JABÓN NEUTRO. No utilizamos agua del grifo, pues contiene minerales que pueden rayar la pieza, y jabón neutro por el PH.

Como vemos, la diferencia no es apreciable. Esta limpieza estaría destinada sobre todo a las piezas con algo de tierra o suciedad muy leve, incluso para eliminar marcas dactilares.

Según mi criterio esta limpieza, al ser mecánica y no abrasiva, podría realizarse en cualquier tipo de moneda. Procurar secar luego la pieza sin frotar, con un algodón o papel de cocina.


SEGUNDA PRUEBA: LIMPIEZA CON GOMA DE BORRAR DE NATA

Limpieza con goma de borrar de nata


Se trata de frotar la moneda con una goma de borrar de nata. El propósito es pasar la suciedad de la moneda a la goma.

En este caso la diferencia es apreciable. Las partes en relieve suelen quedar más brillantes.

Esta limpieza también es mecánica. En piezas relativamente nuevas suele tener un resultado espectacular. Es conveniente meter la pieza en agua destilada una vez acabado el procedimiento para eliminar completamente la goma.

Según mi criterio es una limpieza aceptable y al ser mecánica el único problema sería arrastrar un trozo de suciedad de forma que rayara la moneda, pero por mi experiencia os diré que no suele pasar.


TERCERA PRUEBA: LIMPIEZA CON LIMPIADOR ANTICAL

Limpieza con producto antical


Metemos la moneda en un recipiente con un limpiador antical y dejamos actuar unos minutos.

La diferencia es más que apreciable. Vemos que gran parte de la suciedad se ha eliminado. Puede quedar algún resto que podría eliminarse repitiéndose el proceso.

Si la moneda presenta oxidaciones, estas no se van, aparecen con un color rojizo. El metal cambia de color, apareciendo un color blanquecino.

Según mi criterio esta limpieza no es aconsejable, pues estamos actuando con elementos químicos de forma que además de la suciedad eliminamos parte de la primera capa de metal de la moneda, de forma que para mí, ya no es coleccionable. Está bien si queremos utilizar esa moneda como objeto decorativo o con otros fines similares, pero para mí ya no tiene valor numismático.

Creo que en caso de deshacernos de esa pieza, vendiéndola o regalándola, éticamente deberíamos avisar que ha sido limpiada de forma agresiva.


CUARTA PRUEBA: LIMPIEZA CON LIMPIAMETALES

Limpieza con limpiametales


Metemos la moneda en un recipiente con un limpiametales y alcohol y dejamos actuar unos minutos.

Algunas de las oxidaciones desaparecen (quizás porque son cubiertas por parte del propio metal de la moneda).

El color blanquecino que aparecía en el proceso anterior se atenúa.

Evidentemente esta limpieza tampoco es aconsejable si queremos conservar el valor numismático de la moneda, pues estamos actuando de forma agresiva.