En la historia de la moneda, han existido una gran cantidad de piezas en cuyo diseño aparece un taladro central. A modo de ejemplo mencionaremos los 50 céntimos de 1949 y 1963 de la época de Franco, o las 25 pesetas del reinado de Juan Carlos I que se acuñaron desde el año 1991 hasta el año 2001.
Como curiosidad, decir que este tipo de moneda ha sido muchas veces utilizada para confeccionar cinturones de fantasía.
Cuando la moneda posee un taladro central (o agujero central) se pueden producir distintos tipos de variantes:
1. Que el taladro esté descentrado, pero dentro del perímetro central.
2. Que el taladro esté descentrado, pero fuera del perímetro central.
3. Que el taladro sea más pequeño que el de la moneda "tipo".
4. Que no se haya practicado taladro a la moneda.
5. Que la moneda tenga más de un taladro.
Estas variantes son muy bonitas visualmente y fácilmente identificables. Como norma general, el caso 2, el 4 y el 5 suelen ser los más valiosos. En el caso 5 tendríamos que asegurarnos que el segundo taladro no haya sido realizado de forma fraudulenta.
